Porque también los misioneros tienen necesidades

¿Conoces cuáles son las necesidades de los misioneros que sirven en el campo? ¿Crees que pasan las mismas luchas que cualquier otra persona o quizás más fuerte? Es común que se espiritualice tanto al misionero y se piense que no tienen las tentaciones, batallas y vicisitudes que a diario vivimos. ¿Crees que el misionero también tiene que suplir ciertas necesidades emocionales, sociales y afectivas para ser efectivo en su labor? Saludos. BIENVENIDOS una vez más a esta sección de “Conociendo de Misiones”. Hoy continuamos la serie enfocada en el Cuidado Integral del Misionero.

Cuando el misionero sale al campo es importante que esté consciente que sus necesidades no solo serán ministeriales. También tiene una gama de necesidades en su interior que son importantes atender. Servir como misioneros no nos hace gente diferente, pero sí nos da una tarea diferente en un lugar distinto donde tendremos que adaptarnos y quizás vivir presiones que no las viviríamos en nuestro contorno regular. Como hemos compartido antes, el campo misionero representa un estrés adicional, para el que debes estar preparado.El tiempo inicial será muy emocionante, todo nuevo, atractivo, curioso. Pero en la medida que pasa el tiempo irás enfrentando los problemas de adaptación y ajuste a tu nueva realidad. Es importante tener claro las expectativas que tiene con la iglesia y con tu agencia. Es posible que en ese primer periodo puedan fallar en su cuidado pastoral y te sientas abandonado, olvidado. Recuerda que el enemigo usará cualquiera de estas cosas para sacar provecho y drenar tus fuerzas, tu ánimo, tu visión y tu llamado. Esto se convierte en una fuerte lucha espiritual y serios conflictos en tu interior. Siempre recuerda que estás allí en obediencia a Dios y tu dependencia total es de él. No te apresures a juzgar lo que otros no han hecho por ti, refúgiate en el Señor y busca primordialmente su ayuda y socorro.

Es importante que entendamos cuáles son las necesidades que enfrentan los misioneros que como iglesia, estamos enviando al campo transcultural. Como nos comparte Mario Loss, entre sus necesidades estarán: el sentirse amado, valioso, que su vida tiene propósito, sentirse seguro y protegido, ser parte de una comunidad, ya sea un equipo, familia, amigos, etc. También necesita sentir seguridad en la provisión de sus necesidades básicas: agua, comida, ropa y refugio. Necesita tener salud para trabajar efectivamente en todas las áreas que cubre.

Ciertamente el misionero debe salir al campo con grandes expectativas, pero estas deben ser realistas. No debe pensar que por ser misionero y tener la gracia de Dios, nada le va a suceder.

Tampoco debe esperar que por que es misionero, todos deben cuidar de él. El apóstol Pablo nos da un claro ejemplo de las penurias que muchas veces vive el misionero en el campo. 1 Corintios 4:11-12 registra: “Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos”. Las promesas de Dios siguen siendo reales para sanarnos, liberarnos, protegernos. “No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Yo soy el Señor, tu Dios.” (Isaías 43:1-3 NVI).

Antes de salir, algo muy saludable será poner en claro las expectativas tanto de la iglesia, como de la agencia y del misionero. Un ejercicio saludable será poner por escrito la respuesta a estas preguntas: ¿En qué consiste el cuidado integral que el misionero tendrá por parte de su iglesia local? ¿Por parte de la agencia? ¿Qué cosas debe hacer el misionero para tomar cuidado de él y su familia? ¿Has preparado un equipo de apoyo misionero antes de salir? ¿Cuáles serán las funciones de cuidado integral que este equipo desempeñará con el misionero? Poner estas respuestas por escrito ayudará a minimizar las falsas expectativas y malos entendidos. El misionero tendrá más fortaleza para enfrentar sus batallas y mantenerse victorioso para gloria de Dios.