Conociendo la historia del “segundo templo” de Jerusalén

Israel – El “Templo” del tiempo de Jesús era conocido como el ¨Segundo Templo¨. Esto porque se reconocía como el Primer Templo el construido por Salomón. Vale la pena mencionar que se han hallado las ruinas del primero en áreas circundantes a las murallas de Jerusalén.

Tuve la oportunidad de verlas y mostrarlas a los que van en mis viajes. Hay eruditos que expresan creer que los judíos que regresaron del cautiverio levantaron una estructura tipo santuario para adorar. Esto tiene alguna referencia distante en los libros bíblicos de Esdras y Nehemías, pero no hay una evidencia arqueológica directa.

¨El Gran Sanedrín Judío ¨ utilizaba el Templo como su cuartel general. El mismo estaba ubicado dentro de la ciudad de Jerusalén, justo al lado de la Fortaleza Antonia, que era la casa del procurador romano de turno cuando se hallaba en la ciudad para las fiestas judías. El Sanedrín era presidido por el Sumo Sacerdote y estaba compuesto por 70 miembros. La mayoría de los miembros eran de la casta sacerdotal para mantener el control en las votaciones. El resto de los lugares se reservaban para los demás grupos como: fariseos, saduceos, ancianos y quizás uno que otro escriba. En el tiempo de Jesús el Sumo Sacerdote era nombrado por el César. De igual forma el procurador romano. Así el César tenía una estructura de vigilancia de uno contra el otro. Ambos informaban a Roma de cualquier asunto irregular en ambas administraciones. Hay escritores quienes alegan que Caifás y Anás compraron la silla de la presidencia y mantuvieron el poder rotando entre sus hijos y yernos.

En el Templo no solamente se hacían sacrificios. También se celebraban asambleas, reuniones y juicios. Los juicios eran sobre aquellas personas que violaban la ley judía, por lo tanto los extranjeros no eran justiciados en este foro. Los galileos que violaban la ley tenían que ser juzgados en el tribunal de Herodes Antipas en Galilea. Si el asunto pertenecía a un delito romano los atendía el procurador romano de turno. El Templo se había convertido en una desgracia de corrupción y engaño. Esa es la razón, de acuerdo con la mayoría de los escritores, por la cual los esenios del Mar Muerto abandonaron la Ciudad Santa.

Entre las acciones más despreciables estaban las ventas de animales para los sacrificios de purificación y expiación. Los judíos tenían que ir al Templo con uno de los animales disponibles en el libro de Levíticos. Los sacerdotes pasaban inspección de cada ave o animal luego de ser lavados en el Estanque de Bethesda, entrando por la Puerta de las Ovejas. Estos determinaban que los animales eran impuros enviando a las personas donde las mesa de unos mercaderes, llamados cambistas, quienes por un poco de dinero adicional y el animal declarado impuro, ofrecían uno ya declarado puro de antemano. En este negocio se beneficiaron todos, menos la persona que iba a sacrificar el animalito. Cuando Jesús viró las mesas dentro del Templo fue porque los cambistas que usualmente estaban en los atrios, ya se habían ido instalando en los interiores para llevar a cabo sus negocios turbios con el aval de los sacerdotes. Debe usted saber que la mayoría de los hijos de los sacerdotes eran quienes vendían ovejas.

El otro aspecto delicado eran los juicios. En los juicios un sacerdote presidía los procedimientos ayudado por un escriba. Recuerden que la ley y otros documentos judíos estaban escritos en hebreo. La mayoría de la gente hablaba arameo y griego en el comercio. Quiere decir que la interpretación de la ley quedaba en las manos exclusivas de los escribas, quienes en ocasiones desviaban la interpretación para favorecer a la persona que gozaba del favor del sacerdote.

Cuando el Templo fue destruido en el 70, predicho por Cristo en el 33 escrito por Marcos en el 67, toda la estructura del Sanedrín desapareció. Al no haber Templo se desmanteló el Judaísmo que existía. ¿Cómo sobrevivió sin el Templo? De todos ellos los únicos que no necesitan el Templo eran los fariseos quienes dominaban en las sinagogas. Fue entonces cuando en la diáspora judía después del 70 los judíos se agruparon en las sinagogas donde quiera que estuvieran y resurgió el nuevo Judaísmo Nacionalista. La sinagoga se convirtió en el centro comunitario religioso nacional del judío no importa cuál fuera el país. Tan temprano como en el año 80 comenzaron las guerras en las sinagogas entre judíos que creían en Cristo y judíos que negaban a Jesús. Esto dio base a una triste persecución capitalizada por el Emperador Domiciano en contra de los creyentes.

Hoy día hay un gran movimiento judío desde hace años que desea la construcción de un Tercer Templo. Ya existe un museo en Jerusalén con todos los elementos del interior para habilitarlo, decorarlo y equiparlo de acuerdo con la ley judía. El problema es donde construirlo. La realidad es que el templo anterior se construyó sobre el Monte Moriah. Pero hoy en su lugar está erguida la Mezquita Dorada, llamada pueblerinamente, Mezquita de Omar. Los judíos no se pueden arriesgar a destruirla porque uniría por primera a vez a más de 125 millones de musulmanes en su contra. Por lo tanto, mientras algunos judíos esperan el milagro de la destrucción por la vía natural, algo que está permitido que suceda en el Corán. De otra parte otros judíos plantean construirlo en un lugar diferente.

Vaca Roja