La controversia comenzó cuando el presidente Daniel Ortega aceptara solo uno de los cuatro requerimientos que los obispos habían solicitado para iniciar las negociaciones.  En donde se había solicitado de inmediato cesar la represión contras las masivas manifestantes, suprimir los cuerpos paramilitares y las fuerzas de choque.

Sin embargo, el único requerimiento que cumplió el presidente fue el no obligar a los empleados públicos a asistir a eventos partidarios y que el Ejecutivo permitiera el ingreso al país de una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para que la misma investigue los hechos ocurridos desde abril, cuando el Presidente desató la represión contra las manifestaciones.

Diálogo Nacional

Los invitados para el Diálogo Nacional son representantes de los empresarios, organizaciones de la sociedad civil, la academia, universitarios y actores.  Sin embargos, los obispos aseguraron que, si no hay circunstancias idóneas para dialogar, esperan que el proceso tome el tema de la institucionalidad del país con el objetivo de ir allanando el camino hacia una democratización.

Las manifestaciones comenzaron el 18 de abril de este año a causa de las reformas al seguro social que incluyen un aumento en la cuota que deben pagar los trabajadores nicaragüenses. Añadiendo también una reducción a las pensiones y jubilaciones.

Fuente: El País

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