No hay vuelta atrás… “Porque tus sueños no caben en el cautiverio.”


La manera más fácil de reconocer a una persona que tiene esperanza y alegría es preguntándole cuáles son sus sueños y proyectos de vida. Quién no desarrolla la capacidad de soñar vive preso de la duda. La palabra nos enseña “Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría.” Salmo 94:19 (NTV).
Un soñador no es aquel que está exento de duda, sino aquel que reconoce quien es la fuente de su esperanza y alegría. La duda no es como el marbete del carro que debes renovarlo todos los años, por el contrario, la duda se expira renovando cada día el consuelo de Dios para tu vida. La eliminación de la duda te devuelve la capacidad para soñar.
Las personas más esperanzadas y felices que he conocido en mi vida son aquellas que han renunciado al rencor y al resentimiento por medio del perdón, a la mediocridad y la falta de compromiso y han decidido renovar cada día el consuelo de Dios y su rostro refleja un gozo indescriptible. La biblia nos enseña que “El corazón contento alegra el rostro; el corazón quebrantado destruye el espíritu.” (Prov. 15:13 NTV).
Ahora, qué debo hacer para no volver atrás. Para contestar esa pregunta debemos detenernos y usar como referencia la historia del pueblo de Israel. Un pueblo que fue sometido a un cautiverio de 400 años en Egipto y que de manera poderosa fueron librados de mano del Faraón. Ese pueblo que experimentó ese poder de Dios y que fue cuidado, protegido y sustentado a través del desierto y que luego conquistaron la tierra prometida, fue el mismo pueblo que mediante decisiones erróneas y un comportamiento de autosuficiencia y egocéntrico regresó nuevamente a un cautiverio, en esta ocasión a Babilonia, durante 70 años.
La palabra menciona en el Salmo 126:1 “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión, seremos como los que sueñan.” Este texto de la palabra, en lo personal es uno de los más que bendice mi vida. Pero, para poder ir en pos de nuestros sueños debemos aprender a identificar las razones que nos llevaron al cautiverio. Porque no podemos desarrollar la capacidad de soñar sino reconocemos las razones de nuestra cautividad. Yo necesito que hoy puedas comprender que tus sueños no caben en el cautiverio y que el peor cautiverio no es estar encerrado en una celda, es estar encerrado en la esclavitud del pensamiento.
Es por eso por lo que quiero mencionarte (10) decisiones que debes tomar para ser como los que sueñan:
- Reconoce quien es el centro de tu vida: El pueblo de Israel falló en lo más básico, en no cumplir con el primer mandamiento que les fue dado en Éxodo capítulo 20. “No tendrás dioses ajenos delante de mí.”. Para poder soñar tenemos que ser firmes en los elementos básicos y fundamentales de la vida. La tendencia no cambia la conciencia. Dios no es una lista de prioridades, él es centro de tu vida. Toda onda expansiva se origina desde el centro. Así serán tus sueños cuando Cristo es el centro de tu vida. La onda expansiva del propósito comenzara a llegar a lugares que jamás pensabas llegar. Pero es imprescindible mantenerte firme en lo básico. Recuerda, la tendencia no cambia la conciencia.
- Habla el lenguaje de soñador: El pueblo de Israel utilizó un lenguaje que no era el reflejo de lo que eran. Era el pueblo escogido, pero si embargo hablaban como el pueblo sufrido. La queja, la murmuración, la ingratitud, el maldecir, se apoderó de la mente del pueblo provocando que cambiaran su manera de hablar. En el año 1995 la universidad del Sagrado Corazón lanzó una campaña titulada… Idioma defectuoso pensamiento defectuoso.
El anuncio decía al final que “El idioma es la sangre del espíritu.”
Un soñador reconoce que sus palabras van alineadas a sus sueños. Tu tipo de lenguaje determina el tipo de tus sueños. Erradica hoy toda palabra que no contribuya a la realización de tus sueños y deja que el idioma del Espíritu Santo sea como la sangre que fluya y transforme tu manera de hablar. - Edifica para que perdure: El pueblo de Israel invirtió tiempo, energía y recursos en edificar santuarios a dioses paganos que no duraron mucho tiempo. Esto me recuerda a Tomás Batista, un puertorriqueño nacido en Luquillo en 1935. Fue el escultor del famoso icono nacional llamado el monumento al Jíbaro puertorriqueño. Este monumento se inauguró el 12 de diciembre de 1976. Pero lo interesante de este gran escultor orgullo de nuestra patria es que su primera escultura fue hecha en madera, pero la obra por la cual es recordado 42 años después fue construida en piedra. ¿Qué podemos aprender?, como soñadores tenemos que aprender a cómo identificar los materiales más apropiados para que el legado a nuestra próxima generación perdure para siempre.
- Usa la palabra de Dios como tu guía de vida: El pueblo hebreo desprecio los principios establecidos en la ley para buscar otra fuente de inspiración. No les fue suficiente los mandamientos establecidos en la ley de Moisés. La palabra de Dios es la regla de fe y de conducta de todo hombre y mujer que desee alcanzar sus sueños. La biblia no es un libro que nos entretiene, es libro de vida que nos transforma.
- Sé autentico. El compararte denigra tu identidad: El pueblo hebreo quiso imitar a las otras naciones que se comportaban de una manera contraria a los principios y valores que ya Dios había establecido.
Si hay algo que nos desenfoca de nuestra capacidad de soñar es el querer imitar. Cada vez que imitamos perdemos nuestra identidad. Enfócate en el diseño que Dios puso en tu vida. Eres único, especial y diferente. - Sé sensible a la voz de Dios a través del sabio consejo: Israel comenzó a practicar la adivinación como método de poder escuchar la voz de Dios.
Adivinar es descubrir algo oculto o desconocido por medio de procedimientos que no se basan en la razón. Lo que nos lleva al cautiverio, es que queremos descubrir nuestro propósito en Cristo mediante procedimientos que sabemos no están de acuerdo con Su voluntad. Dios no adivina contigo, el planifica tu vida. La sabiduría popular nos recuerda que el no oye consejos no llega a viejo. - Persevera en familia: Perseverar es continuar con constancia lo que se ha empezado. Es durar permanentemente por largo tiempo. El pueblo hebreo quemaba en hornos de fuego a sus hijos como incienso, todo por “agradar” a sus dioses. La insensatez, la terquedad y la desobediencia llevó a los padres a meter en hornos de fuego a sus propios hijos. ¿Puedes imaginar el grito de sus hijos quemándose? Hoy en día vemos como se escuchan los gritos de los hijos de los padres que a nombre del materialismo han metido a sus hijos en el horno de fuego. En ocasiones, a nombre de las cosas efímeras de la vida sacrificamos lo que amamos; nuestros hijos.
- Aprende de los errores: La madurez no es lo vivido, madurez es lo aprendido, dijo el Dr. Ed Cole. El comportamiento del pueblo hebreo nos debe servir de ejemplo para no volver al cautiverio. Aprender es reconocer que mi vida necesita un cambio. Cometer errores es parte del proceso de madurez y crecimiento, pero persistir en ellos es una decisión que nos puede costar la vida.
- Establece una ruta de salida: El salmista dijo desde el cautiverio, cuando volvamos de cautiverio seremos como los que sueñan. Aun desde el cautiverio Dios te muestra la ruta de escape. Su misericordia es tan grande y su amor es incomparable que aun hayamos decidido ir al cautiverio, siempre nos brinda nuevas oportunidades. Sigue la ruta que El ha establecido y no mires atrás.
- No vuelvas atrás: Es la decisión mas importante que debes tomar en tu vida. El pasado es un lugar de referencia no de permanencia. El enemigo querrá siempre llevarte el mensaje de que eres merecedor del cautiverio, pero la gracia de Cristo en tu vida te hace merecedor de llegar a la meta.
En este nuevo sé como los que sueñan. Sal del cautiverio de la duda, de la depresión y del luto y toma la firme determinación ser como el apóstol Pablo cuando dijo en Filipenses 3:13-14 3
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Filipenses 3:13-14 3
¡No vuelvas atrás!
Luis Roig
Pastor Casa del Padre
Fundador junto a su amada esposa Cynthia Roig
Salvemos Puerto Rico
